Cirugía reconstructiva: sí o no

Ya vimos en un post anterior lo que eran las cirugías plásticas reconstructivas. Ahora veremos si hay que hacérselas o no y cuál es el tipo de paciente para el que está orientado.

¿Qué son las cirugías reconstructivas?

Como vimos en este post, las cirugías reconstructivas son aquellas intervenciones que tienen como función eliminar los excesos de piel que se producen tras una pérdida de peso drástica.

Se realizan sobretodo sobre abdomen, muslos y brazos, que son las zonas más problemáticas respecto al exceso de piel, además de por estética, por disfunción, como la piel sobrante entre los muslos, que puede hacer rozaduras y heridas por la fricción. También es muy común la recolocación y el implante de mamas, pues al bajar de peso drásticamente puede quedar un pecho bastante caído.

Estas cirugías se suelen realizar combinadas, es decir, al entrar en quirófano se realizan varias de ellas en conjunto. Así se aprovecha todo lo relacionado con la intervención (material, recursos, personal) y se minimizan las molestias a largo plazo, pues las pasas todas a la vez.

¿Quién debe hacérselas?

El paciente idóneo para este tipo de intervención son aquellos que sufren dos tipos de impactos en sus vidas debido al exceso de piel tras bajar mucho peso de manera drástica:

• Impacto emocional: son aquellas personas para las que ese exceso de piel restante les genera malestar psicológico, creando falta de seguridad y autoestima, dando lugar a complejos que le dificultan su día a día.

• Impacto físico: el exceso de piel, cuando es demasiado, puede producir dobleces y repliegues que pueden dar lugar a zonas poco higiénicas (por el sudor y humedad) y producir infecciones entre ellos. Por este motivo, previendo problemas de salud futuros, conviene retirar esa piel sobrante.

¿Cómo evitar la cirugía reconstructiva?

Una vez queda el exceso de piel no se puede tratar si no es con cirugía. En cambio, sí que podemos evitar en cierta medida su aparición. Hay factores como la edad o la cantidad de peso perdido o a perder que no podemos controlar. Es evidente que la piel de una chica de 20 años no tiene la misma elasticidad que la de una mujer de 50, y ahí no podemos hacer gran cosa, excepto, eso sí, asegurar una buena hidratación de la piel durante la pérdida de peso, aplicando cremas hidratantes en abundancia.

Los embarazos previos a la cirugía bariátrica también producen que el exceso de piel sea mayor, pues esa piel ya se ha estirado en varias ocasiones 

Pero sí que hay factores que empeoran la cantidad de piel que queda tras la pérdida de peso y en los que podemos influir. Uno de los más importantes es la cantidad de actividad física que hagamos tras la intervención. El ejercicio físico es una de las cosas que debemos empezar a implementar antes incluso de pasar por quirófano. Tras la intervención, cuanto más ejercicio hagamos, menos pieles nos quedarán.

Otro punto importante en el que podemos incidir para evitar que el exceso de piel sea demasiado grande es la alimentación post-cirugía, pues cuanto mejor comamos más vitaminas y minerales tomaremos y mejor estado general tendrá nuestro cuerpo y, específicamente, nuestra piel.

Conseguidora, como ves, la cirugías reconstructivas son una herramienta que debemos tener presente pero no depender exclusivamente de ella. Cuanto mejor nos cuidemos y nos queramos, mejor quedarán las pieles y menos posibilidad de volver a intervenirnos tendremos.