Quizás te ha pasado alguna vez: quieres empezar a cuidarte y te apuntas al gimnasio o a alguna actividad deportiva. La ilusión del primer día, poco a poco, se va perdiendo, y pronto abandonas tan buen propósito.
Cómo te dije en post anteriores, no puedes depender de la motivación para entrenar o no. Sin embargo, hay pequeños tips que te podrán ayudar a mantenerte en el camino del amor propio.
El factor principal: la responsabilidad
Sí, sé que soy muy pesada, pero es lo que mejor funciona. Si has elegido con el corazón alcanzar una meta u objetivo, tienes que hacer lo que haga falta para conseguirlo.
La responsabilidad para contigo misma es el mayor acto de amor propio que te puedes conceder. Y es que, lejos de las típicas frases de tazas de Mr Wonderful, el amor propio se cosecha mediante la propia sinceridad y la coherencia contigo misma. No es de tenerte mucha estima el decir que quieres algo y no hacer todo lo posible para conseguirlo.
Y tú ¿trabajas porque quieres?
Este ejemplo lo uso mucho y me encanta.
Te pregunto, ¿a ti te gusta tu trabajo? ¿Trabajas por gusto? La mayoría me dirá que no le gusta su trabajo, o que hay días que no le gusta o no le apetece ir. Y aún así, a nadie se le ocurriría quedarse en casa por que no tiene ganas de ir al trabajo.
Pues con el entrenamiento debes usar la misma vara de medir: no siempre te apetece hacerlo, pero lo tienes que hacer igual. Porque, además, si tú no vas a trabajar, cualquiera lo puede hacer por ti. En cambio, si fallas a tu entrenamiento, nadie se hará cargo de él. Por eso mismo, es cuestión de responsabilidad y amor propio el no fallarte a ti misma y a tu cuidado.
3 Tips para motivarte
Aunque ya sabes el factor más determinante para estar motivada, aquí te dejo 3 tips que te ayudarán a mantener un nivel alto de motivación a diario.
- Elige una actividad que te guste. Lo principal es encontrar aquello que te guste y te motive a seguir, donde te diviertas y no sea una obligación. No te prometo que todos los días tendrás ganas de ir, pero sí la mayoría.
- Consigue a alguien que te acompañe. “Solo llegarás antes, acompañado llegarás más lejos”. Si cuentas con alguien con quién compartir esta nueva actividad, podéis apoyaros cuando alguna de las dos empiece a flaquear.
- Ten claros tus «para qué»: Antes de empezar en alguna actividad o deporte, escribe para qué te inscribes, cuál es el objetivo de empezar a cuidarte. Cuando lleguen los días de flaqueza, usa estos motivos para conseguir energías.
Cuéntame conseguidora, ¿Cómo te motivas para seguir entrenando?
Si quieres que te ayude a quererte más, cumplir tus propósitos y lograr toda esa felicidad que anhelas, quédate por aquí.