Hoy te quiero traer una serie de pequeños placeres que pueden parecer insignificantes pero que, una vez los consigues, te dan muchísima felicidad.
Porque, cuando nos operamos, nos hacemos una ligera idea de qué nos esperará. O más bien, tenemos grandes ilusiones que creemos que nos pasarán cuando adelgacemos. Pero pocas veces nos fijamos en esos pequeños placeres que hacen que sientas que la operación mereció la pena cada día y que de lo único que te arrepientes es de no haberlo hecho antes.
La ropa te sirve de un año a otro
Conseguidora, se acabó eso de hacer el cambio de armario y tirar la mitad y que, de lo que queda, ir sin respirar hasta que el tejido ceda. Ahora, llevarás la misma ropa de año en año. La tirarás cuando te aburras, se rompa del desgaste o se pase de moda.
El cinturón del avión te abrocha fácil y sobra cinta
No vas a tener que pasar vergüenza pidiendo el alargador del cinturón. Ahora cabrás en el asiento perfectamente y no tendrás problemas con el cinturón.
Pasas desapercibida
Si eres como yo y te gusta pasar desapercibida allá por donde vayas, ahora lo tendrás. Ya no más miradas que te juzgan. Ya podrás ir y venir sin ver en las caras de la gente la desaprobación.
Encontrar ropa de tu talla y que te quede bien es muy fácil
Ya puedes ir a cualquier tienda de ropa de tu ciudad y comprar la prenda que te apetezca, no la que haya. Podrás vestir ademas acorde a tu edad. Se acabó lo de vestir como una señora de al menos 40 años más que tú.
Te puedes subir en todas las atracciones de un parque de atracciones sin problema
Si como a mí te encantan los parques de atracciones, cuando adelgaces después de la cirugía bariátrica podrás disfrutar de ellos de una forma muy diferente, pues entrarás en todos los asientos y los cinturones de seguridad cerrarán sin problema.
Si te sientas en un transporte público, no te rozas con el de al lado
Otro pequeño gran placer de la vida. Ahora sólo ocuparás tu sitio, no invadirás el de al lado, no molestarás ni te sentirás incómoda por ello.
Podrás cruzar las piernas
Este placer fue de los que más me gustaron desde el principio. Y es que ¡no creía que fuese a conseguirlo nunca! Por que sí conseguidora, algo tan tonto como cruzar las piernas cómodamente da un placer brutal cuando sabes de dónde viene.
Conseguidora, este es un pequeño ejemplo de pequeños placeres diarios que obtendrás tras la intervención. ¿Te has operado ya? Déjame un comentario con aquellos placeres que te ha aportado esta maravillosa herramienta.