El ser humano es especialista en procrastinar, en postergar. Somos los mejores en dejar para mañana lo que podríamos hacer hoy. Pero esta estrategia está fallando. Nos sentimos mal porque, al final de cuentas, nos estamos fallando. Nos creamos excusas para no enfrentar las cosas, pero en el fondo, esas excusas no nos valen: nuestra alma sabe que nos estamos mintiendo. Hoy es el reflejo de lo que pensaste e hiciste ayer. Si no te gusta lo que estás viviendo ahora, ¿no es hoy un buen día para empezar a crear tu futuro?
Te dejo aquí 3 pasos para dejar de procrastinar e ir directa a por aquello que quieres lograr.
1. Fija un objetivo
Principio universal de la vida: decide dónde quieres ir. Si no sabes qué quieres, ¿cómo vas a lograrlo? Es que es imposible.
Así que párate, piensa, siente y vive un objetivo. Escríbelo si lo necesitas. Y una vez bien decidido, piensa cómo alcanzarlo. Imagina todas las posibilidades, recrea todo aquello que pueda salir mal para estar preparada. Sueña una y otra vez con lograrlo. Obsesiónate y el objetivo será tuyo.
Pero si no tenemos dirección, nunca llegaremos al destino. Es obvio. Muchas personas se quejan de que no logran nada, pero después observas su vida y te das cuenta que no tienen un rumbo fijo, que van dando palos de ciego, que hoy dicen que quieren esto y mañana lo otro. Las cosas necesitan un tiempo para ser logradas y cambiando tanto de objetivo, no dejamos que madure la idea.
Entonces conseguidora, el primer paso es encontrar eso que deseamos fervientemente. Una vez lo tenemos, ¡pasemos al siguiente paso!.
2. Toma acción
Ya está todo planeado, es momento de pasar a la acción. Es la hora de hacer que las cosas pasen, de dejarse de excusas e ir a por ello. Quizás no salga a la primera, ni a la segunda, ni tampoco a la tercera, pero si has elegido el objetivo responsablemente, lo alcanzarás tarde o temprano. Porque si ese objetivo sale de tu alma, es para ti.
No desistas y haz todo lo que esté en tu mano para alcanzarlo. Ve una y otra vez en su búsqueda. Es muy fácil y tentador quedarse esperando tranquilamente a que te llegue. Pero, si te fijas, eso es lo que has hecho hasta ahora y no te ha ido especialmente bien.
Por eso, ¡TOMA ACCIÓN conseguidora!
3. Hazte responsable
Como ya dije ayer en este post, debes hacerte responsable de tu presente, pues lo has creado con tus decisiones y acciones del pasado, voluntariamente o no.
Debes hacerte responsable tanto de tu situación actual como futura, pues las decisiones que estás tomando ahora determinarán cómo estarás en el futuro.
Es por ello que te pido que seas muy responsable contigo misma, que asumas tus decisiones, que no te mientas y que no te quedes con cualquier excusa que te puedas poner. No es lo mismo no entrenar un día porque realmente es que no te apetece nada de nada, que mentirte y decirte “es que hoy no me da tiempo”. El resultado es el mismo, no has entrenado, pero mentalmente te debilitará más la segunda opción, porque estás abriendo la puerta a que otro día no muy lejano vuelvas a darte la misma excusa, pues te resulta convincente.
Te debes hacer responsable porque tú elegiste ese objetivo, y si hiciste bien el primer paso, debes tener muy claro qué conlleva, bueno y malo. Te comprometiste contigo misma a cumplirlo, aceptando todas esas condiciones. Por lo que si te quieres lo suficiente, no debes parar hasta lograrlo.
Sin más conseguidora, aquí tienes el plan de acción para lograr los objetivos que te propongas. Si lo sigues, nada ni nadie te detendrá, ¡incluida tú!