No conseguidora, no me he vuelto loca. Obviamente no voy a dar razones para no operarse. Como sabrás, soy fiel defensora de la cirugía bariátrica bien usada, pues es una gran herramienta.
En este post inauguro una serie en la que intentaré tratar aquellos miedos que podemos tener a la hora de decidirnos a operarnos. Hoy desmontamos 3 razones que me han dado para no pasar por quirófano.
Me da miedo que me quede mucha piel
Cuando se producen pérdidas de grandes cantidades de peso, es completamente normal que la piel no se adapte a la pérdida de volumen tan rápida que se está produciendo y quede un exceso de la misma.
Este miedo o duda presenta varias respuestas. Primero, este problema se nos puede dar por la cirugía bariátrica, pero también se dará si perdemos peso con dieta y ejercicio. Es duro lo que te voy a decir, pero ese cuerpo no te lo ha dado la cirugía, lo has generado tú. Por lo que hay que aceptar que ahora no quede como cualquier otro cuerpo normativo, porque lo hemos hecho más grande de lo que debería. Igualmente, siempre será mejor que nos queden pieles a que carguemos con los kilos de más que nos sobran y que ponen en peligro nuestra salud física y mental.
También existen formas de reducir la cantidad de piel que queda tras la pérdida de peso, como puede ser hacer bastante ejercicio, tanto de fuerza como cardiovascular.
Además, como solución a este problema tenemos la cirugía reconstructiva, de la cual te hablé en este y este post. Por lo tanto, este miedo tiene solución así que no nos debemos preocupar en exceso por él.
No voy a volver a comer nunca más eso que me gusta
Uno de los mayores miedos que tenemos al operarnos es que no sabemos cómo será el comer después. No sabemos cómo nos sentiremos, qué nos irá mejor, que no nos sentará bien…
Venimos de una forma de enfrentar los problemas de manera errónea, tapándolos con comida. Por lo que saber que quizás no tengamos eso que usamos (ese alimento que nos pierde) nos genera ansiedad. Este alimento no suele ser una manzana, sino algo rico en azúcar o grasas o las dos cosas.
Pues bien conseguidora, ese miedo está mal enfocado. Por una parte, tranquila, lo más probable es que puedas volver a comer eso que te gusta. El síndrome de Dumping se produce en los primero años post intervención, pero luego tiende a desaparecer.
Por otro lado, si aún piensas así no estás entendiendo realmente que la operación por si sola no es la solución, y que se necesita trabajar la mente si queremos que sea un verdadero éxito. Y esto incluye, por supuesto, el canalizar la ansiedad, la angustia y cualquier otra emoción que te esté afectando negativamente, de otra forma a como la estábamos enfrentando. Es decir, hay que aprender a solucionar los problemas lejos de la comida.
¿Y si no pierdo todo lo que me gustaría?
¿Cuánto es lo que te gustaría perder? ¿Por qué esa cantidad y no más o menos kilos? ¿En qué te basas para decir ese número?
Conseguidora, entiendo que estamos muy inmersas en una sociedad en la que todo se basa en números, que vivimos pendientes de la cifra que nos devuelve la báscula, que respiramos tranquilas cuando tenemos un IMC determinado… Pero amiga, eso no es todo.
No digo que no sea importante, pero no es lo único. Al final, nuestra prioridad es ser felices, y obsesionarnos con esas cosas no nos dará la felicidad que ansiamos.
Además, con la mente enfocada y llena de conocimiento, no me cabe la menor duda de que llegarás a alcanzar un cuerpo con el que te sentirás en paz y llena de vida.
Te recomiendo que si este miedo te afecta, aprendas a dejar la báscula y las cifras atrás y empieces a centrarte en lo que sientes y cómo te encuentras emocionalmente tú. No permitas que estándares llegados del exterior te afecten.
Conseguidora, no me cansaré de repetir que la cirugía bariátrica no es la solución a todos tus males. Es una herramienta difícilmente superable, pero hay que trabajar más allá de la intervención.
En cambio, hay veces que nos encontramos con miedos y dudas infundados que quizás nos están haciendo perder la oportunidad de cambiar nuestra vida usando la operación como lanzadera. Por esto, si tienes algún miedo que quieres que tratemos, deja un comentario y te ayudaré. No dejes que las dudes te quiten la vida que mereces.