Cómo me preparo para la cirugía bariátrica (parte 2)

En esta entrada anterior ya te dí un par de tips para prepararnos para la cirugía bariátrica. Hoy quiero abordar cómo preparar la parte del ejercicio para enfrentarnos a la intervención que nos va a cambiar la vida.

Si sigues este blog sabrás la importancia que, a mi parecer, tiene el ejercicio en nuestra vida y en nuestro cambio. Pero antes de pasar por quirófano podemos y debemos ir preparando el terreno en este aspecto para que vaya germinando las semillas adecuadas.

Ejercicio: parte física

Antes de la cirugía bariátrica podemos y debemos ir trabajando la parte física del ejercicio. Con esto me refiero a que, poco a poco y al nivel que podamos, debemos ir entrenando o, al menos, adquiriendo hábitos de vida activa.

Una vez que asemos por quirófano, todo debe cambiar si deseamos que realmente nuestra situación cambie. Como he repetido en multitud de ocasiones, no podremos crear algo distinto si seguimos haciendo lo de siempre. 

ejercicio

Por lo tanto, cuanto antes empecemos a hacer ese cambio de actitud ante la vida mejor. Ya es buen momento de salir a caminar, de subir por escaleras en vez de por ascensor, de apuntarnos a ese deporte que nos gusta… Sea lo que sea, es el momento ya de empezar. Porque queremos cambiar nuestra historia, y no hay tiempo que perder.

Quizás no sea mucho lo que podamos hacer ahora, porque el peso y las molestias derivadas de este nos lo impide, pero es una gran victoria la que estamos realizando. Queremos algo diferente y hacemos cosas diferentes.

Ejercicio: parte mental

Este cambio de actitud y de hábitos respecto al ejercicio antes de la intervención es mucho más importante a nivel mental que físico. Esto es debido a que le mandamos al cerebro la señal de que a partir de ahora todo va a cambiar.

Ya no vamos a tolerar excusas, quejas ni lamentos. Vamos a tomar el toro por los cuernos. Nos vamos a hacer responsables de nosotras mismas y las decisiones las tomaremos nosotras. Quizás no me apetezca subir por las escaleras habiendo un bonito ascensor al lado, pero YO DECIDO subir a pie porque es lo que quiero y debo hacer.

El cerebro está hecho para ofrecerte comodidad y supervivencia. Huye de todo aquello que huela a dolor y sufrimiento. Pero las cosas realmente buenas vienen después de ese humbral de dolor. Lo bueno hay que ganárselo, no te viene dado. Ni a ti, ni a mí ni a nadie. Pueden parecer pequeños actos sin importancia, pero impactan brutalmente en tu cerebro.

Es hora de mandarte la orden y dejarte bien claro que hasta aquí hemos llegado. Marcar el límite de lo que estamos dispuestas a soportar. Te vas a jugar la vida pasando por un quirófano, pero esto es una herramienta más y todo depende de ti para que sea realmente un éxito.

No más excusas, no más lamentos, no más postergaciones. ¡Es la hora ser responsable e ir a por todas conseguidora!