Conocemos la importancia de mantenernos activas a lo largo del día para nuestra salud. Pero muchas veces se nos hace un poco complicado serlo en nuestra vida diaria. En la mayoría de los casos, no es más que una excusa porque con 5 acciones como las que te propongo, nunca más te quejarás de no hacer lo que debes hacer por tu salud.
Aprovecha los desplazamientos
Cuando tengas que desplazarte en tu ciudad, intenta elegir siempre la forma que más te haga moverte. En bicicleta o caminando son las mejores opciones, pero si es demasiado espacio, ir en trasporte público y bajarte un par de paradas antes te hará sumar actividad a lo largo del día.
Huye del ascensor
Siempre que hay un ascensor, hay unas escaleras, aunque hasta ahora no te hayas dado cuenta. Así que elige siempre subir por escaleras. Y es que, más allá del ejercicio que hagas, también le mandas a la mente el mensaje de que ya no hay camino fácil, hay el camino que debe de haber. Esta vez sí, estás determinada a ser quien mande en ti y elegirás aquello que te haga más bien, no lo más cómodo.
Márcate objetivos de actividad a corto plazo
Puedes comenzar con los famosos 10000 pasos, por ejemplo. Estos serían a completar en toda la jornada laboral, y si haces todos las recomendaciones que te doy en este post, los conseguirás con facilidad. Una vez los alcances, sube a 15000, por ejemplo.
O, si por ejemplo ya vas a correr una vez a la semana, busca hacer 2 días, o más distancia. Marcarse pequeños retos y alcanzarlos te harán querer superarte cada vez más.
Selecciona tu entorno
Algo fundamental en la vida. Dicen que somos la media de las 5 personas con las que más tiempo pasamos. Si con quienes nos rodeamos se mueven menos que una grapa, adivina qué harás tú.
Esta recomendación quizás es más difícil de alcanzar, pero piensa que es por tu bien. Al final, lo más importante de tu vida debes ser tú. Y quién realmente te quiera debe de respetar tu decisión de sentirte bien y buscar tu mejor versión.
Ten intención
Para facilitarte el trabajo, ten siempre la intención de hacer lo que debes. Es decir, si por ejemplo quieres salir a caminar o correr cuando te levantes, deja la ropa preparada antes de acostarte, así perderás menos tiempo y será más difícil que te eches atrás. Ponerte a buscar la ropa cuando te levantas puede darte pereza y, seguramente, terminarás por no hacerlo. Puedes hacer lo mismo si tu intención es salir cuando llegues del trabajo o similar.
