¡Qué jodidamente increíble es quererme!

La cirugía bariátrica fue mi salvación. Pasé de hundida, como se dice comúnmente “en la mierda”, de odiarme profundamente, a verme increíblemente bien en todo momento. Soy consciente que no tengo el cuerpo perfecto ni por asomo, pero eso sólo depende de que con quién lo compares.

De hundida a amada

15 de junio de 2018
quererme
15 de junio de 2022

Hundida a los 27 años

Como he dicho arriba, antes de operarme estaba en la absoluta miseria. Me odiaba a un nivel difícilmente superable. No soportaba verme en ningún espejo ni reflejo. Huía de salir en cualquier foto. Me negaba a creer que esa imagen era yo. Y es que no me sentía para nada así. Yo sentía que ese no era mi cuerpo, no podía serlo.

Poco a poco había pasado de tener una vida social más o menos normal, a no salir nunca. Ir a comprar ropa era un suplicio, pues incluía mirarme a espejos y enfrentarme a una talla que cada vez era más y más grande.

Con 27 años me odiaba. Triste pero cierto. Cuando estaba en la flor de la vida, sólo quería que esta pasase cuanto más rápido mejor y que llegara la muerte. 

Pasar por quirófano me dio la vida

De alguna manera, la cirugía bariátrica se cruzó en mi camino y me rescató. Se convirtió en la esperanza, en el único atisbo de ilusión que me quedaba. Por eso me preparé tanto, leí tanto, me aprendí cada técnica, cada detalle, qué había que hacer antes, qué pasaba después. Estudié mi trayectoria con las dietas y el ejercicio y vi claro cómo tenía que actuar tras la intervención. 

La cirugía bariátrica me hizo vivir de nuevo. Desde que decidí hacérmela fue así. Era la única opción que me quedaba y no estaba dispuesta a que fallase. Al menos no por mi parte.

Y desde que tomé la decisión, de alguna forma instintiva supe que la clave era la mente. Esta de aquí arriba debe cambiar para que todo cambie. No puedo ser otra si no cambio como pienso. Desde entonces, empecé a hacer lo que debía hacer, sin pensar en resultados. Toda pérdida me parecía bien, toda ganancia de fuerza o velocidad me parecía aún mejor. Simplemente hago lo que me hace feliz y lo que me hace crecer y evolucionar.

El poder de la mente para verse bien

No tengo el mejor cuerpo. No soy la más rápida. No soy la mejor atleta. Pero eso es de puertas para fuera. Para mí sí soy todo eso. Pero eso es ahora. Hubo muchos tiempos oscuros en los que no me soportaba, en los que me odiaba profundamente. 

La cirugía bariátrica fue la herramienta, pero el cambio lo hice yo. Yo decidí salir de allí. Yo decidí vivir. Porque vida sólo hay una, y todos sabemos cuál es el final, pero mientras tanto voy a vivirla tal y como quiero. 

Y esta decisión la tomé yo. Y tú puedes y debes hacer lo mismo. Parece utópico cuando digo que todos tenemos en nuestra mano cómo queremos vivir. Siempre puedes pensar: “claro, para ti es más fácil porque tú no tienes esto o lo otro que te frene”. Y, de verdad te digo que eso no son más que excusas de la mente para mantenerte en la zona de confort. Yo también tengo y tenía cosas que me frenaban, más o menos importantes comparadas con las tuyas, pero para mí podrían haber sido suficientes. Pero decidí que no, que yo elegiría lo que me limita o no.

Es increíble esa sensación de sentir que te amas, con tus luces y sombras. Que después del odio y la tormenta, ha llegado el amor y la calma. Esto lo puedes lograr tú también. Y me encantaría ayudarte.