Todos tenemos miedos. Algunos evidentes, como el miedo a las arañas o a volar. Otros, en cambio, se mantienen muy ocultos y no se ven a no ser que los busques a propósito. Son miedos que realmente sabemos, que están en nuestro interior, pero que están asociados a tanto dolor que evitamos mirarlos a la cara y mucho menos enfrentarlos. Hoy vamos a hacer un acercamiento a ellos. Tú decides hasta dónde llegas.
¿Cuál es tu verdadero temor?
Como te digo, hay miedos evidentes y otros no tanto. No es siquiera que no sean evidentes, sino más bien que no queremos verlos de frente. Cuando ese miedo quedó registrado en nuestra mente se le asoció mucho dolor, por lo que evitamos enfrentarlo directamente. En cambio, sí que nos afecta en nuestro día a día, evitando que hagamos o logremos nuestros sueños.
Si hay algún sueño que te gustaría lograr y se te resiste, investiga en tu interior porque seguramente haya algún miedo enquistado que te lo esté impidiendo. Estos miedos parecen estar más ocultos de lo que realmente lo están. Siempre hay un pequeño susurro que te lo dice, pero evitamos escucharlo.
Para ver cuál es ese miedo, tómate un tiempo de reflexión, a solas, y sé sincera y valiente contigo misma. Ten las agallas para sacar eso de ti. Al principio será muy doloroso, pero luego descubrirás con asombro lo sanador y tranquilizador que es. Puedes usar un cuaderno para escribir lo que te pasa por la cabeza si lo necesitas. Muchas veces, escribir es la mejor terapia y hace más fácil sacar aquello que se te atraganta.
¿Para qué te sirve?
Querida conseguidora, hay una verdad muy grande que, si no la sabes, debes conocer: la mente no está para que consigas tus sueños. Su objetivo fundamental es mantenerte con vida, la supervivencia pura y dura. Y cumplir tus sueños no es prioritario para ello.
La mente ha construido una zona cómoda y de confort para ella que, aunque esté rodeada del dolor que te pueda producir no alcanzar tus sueños, asegura su existencia. Por esto, siempre encontrarás reticencias y dificultades para avanzar en la vida.
De ti depende hasta donde dejas que estos miedos te frenen. De ti depende de si te dejas parar o si, aun con miedo, sientes que el sueño es más potente que el temor y sigues aun con miedo. Tú tienes la capacidad de traspasar esa barrera e ir de cabeza a por los sueños.
Los que han conseguido sus sueños lo han hecho con miedo también. No creas que no tienen dificultades y barreras mentales. En cambio, han usado ese miedo para impulsarse y lo han hecho A PESAR de él.
¿Cómo usarlo?
Aunque no te lo parezca, el miedo puede ser una gran ayuda. De hecho, es una de las mejores herramientas que tienes en tu mano. Y es que el miedo determina qué es aquello que te gustaría alcanzar. Usa el miedo y el dolor como guía para saber por dónde debes ir. Si te duele, es que el alma quiere abrirse paso por ahí y la mente se lo impide, ya sabes, para garantizar tu supervivencia.
Habla con tu miedo y dile que, a pesar de él, harás aquello que debes hacer porque es tu camino. Usa ese dolor para sanar, para airear aquello que lleva demasiado tiempo encerrado.
Lo que has venido haciendo te ha traído hasta aquí pero no ha hecho que cumplas tus sueños. ¡Es hora de ir a por ellos, conseguidora!