Cirugía reconstructiva

Uno de los mayores miedos que solemos tener al hacernos una cirugía bariátrica es si nos quedará exceso de piel o si, por el contrario, nos quedará un cuerpo estéticamente bonito. Entonces, aparece la cirugía reconstructiva como solución a la primera posibilidad. Pero ¿qué son? ¿Cuáles nos hace la sanidad pública? En este post te lo cuento.

¿Qué son las cirugías reconstructivas?

Se definen como cirugías reconstructivas aquellas intervenciones que tienen como función eliminar los excesos de piel que se producen tras una pérdida de peso drástica.

Tras una pérdida excesiva y drástica de masa corporal, la piel no es capaz de retraerse a la velocidad adecuada y queda una piel flácida, normalmente en mayor cantidad en muslos, abdomen, brazos y pecho. También puede ocurrir en el rostro produciendo la famosa “papada”.

Dentro de estas cirugías encontramos la abdominoplastia o el lifting de brazos o muslos, por ejemplo. Se recomienda realizar una vez el peso corporal esté estabilizado, a partir de los 18 meses tras la intervención.

¿Qué reconstructivas hace la sanidad pública?

En España, dentro de la cirugía plástica se distingue la cirugía plástica estética y la cirugía plástica reconstructiva o reparadora. Esta última se realiza para reconstruir o arreglar una zona del cuerpo que ha sufrido algún daño derivado de accidentes graves, quemaduras o deformaciones de nacimiento o hereditarias. 

Ambos tipos de intervenciones pueden ser cubiertas por la Seguridad Social, pero sólo intervienen cuando estos daños afectan gravemente la salud mental y psicológica del paciente, debido a los complejos que le generan o cuando esa condición le pueda generar problemas médicos futuros.

Igualmente, al final la decisión final de si se interviene o no por la sanidad pública depende del equipo médico que valore el caso, por lo que siempre es recomendable consultarlo.

Si finalmente no puedes conseguir que la Seguridad Social se haga cargo del gasto, siempre se puede recurrir a la sanidad privada. Y aquí quiero incidir en que, como pasaba con las cirugías bariátricas (y que te conté en este post), las clínicas privadas suelen realizar este tipo de intervenciones casi a diario, por lo que la experiencia del equipo médico es incomparable con la de la sanidad pública, aunque es cierto que, en ocasiones, el mismo cirujano trabaja para ambos tipos de asistencia médica.