Mens sana PARA un corpore sano

Siempre hemos escuchado lo de “Mens sana in corpore sano”, pero, ¿cómo podremos lograr tener y trabajarnos un cuerpo sano si no tenemos primero una mente acorde?. Por eso, mi lema es: “Mens sana PARA un corpore sano”, y, a continuación te explico por qué.

La casa por el tejado.

No siempre se le da la importancia que merece a la salud mental. O se la ignora o se da por hecho, pero pocas veces nos paramos a trabajarla. Y es un flagrante error, pues cualquier cambio nace en ella. Porque primero arriba (mente) y después abajo (cuerpo). Porque si no tenemos una mente fuerte, ¿cómo vamos a mantener la constancia, el esfuerzo y el trabajo que se necesita para conseguir un cambio físico?.

Es tremendamente difícil que consigamos el cuerpo con el físico que soñamos sin trabajar y limpiar la mente primero. Se seguimos con la mente que nos ha llevado hasta el sitio donde estamos, ¿cómo podemos pretender que esa misma forma de pensar nos dé el cuerpo que deseamos?

Si por ejemplo, hasta ahora hemos utilizado la comida como una vía de escape, como una manera de enfrentar la ansiedad es porque ese es el programa mental que tenemos. Así, nuestro cerebro no tiene más herramientas para, en caso de ansiedad, liberarse. Por lo tanto, cuando en medio del proceso de buscar un cuerpo más sano nos venga la ansiedad, ¿cómo lo va a gestionar? Pues obviamente refugiándose en la comida, pues la única forma que sabe y conoce.

Por lo tanto, no es viable intentar construir la casa por el tejado. Es imposible que un cuerpo más sano nazca de la misma mente enferma que te ha dado el cuerpo que ahora deseas cambiar. Si queremos un cambio duradero y con todas las posibilidades de triunfar en él, debemos trabajar sí o sí la basura que arrastramos en nuestra mente y que nos ha dado como resultado el cuerpo que ahora tenemos.

Para garantizar un resultado a largo plazo, trabajar la salud mental es lo principal. Cuando por dentro estamos felices, contentos, orgullosos de nuestro ser, eso se transmite hacia afuera. Trabajando la mente conseguiremos el físico que deseamos. No al revés.

Unos buenos cimientos, garantía de éxito.

Ya sabemos la importancia de transformar la mente para transformar el cuerpo, pero ¿cómo lo conseguimos?

La base de cualquier cambio que queramos hacer en la vida de forma duradera se debe basar en los MOTIVOS, unos motivos de calidad que aguanten los malos momentos que vendrán, que resistan contra viento y marea.

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Tener claros los motivos que nos llevaron a tomar la decisión de cambiar es fundamental para que este objetivo se alcance puesto que, si tenemos un destino, sabremos el camino para llegar hasta él.

Estos motivos pueden ser tanto algo que deseemos, como terminar una carrera de X distancia, como algo que queremos evitar o que no soportamos, como desarrollar una enfermedad crónica debido a la obesidad.

¿Y cómo aplico esto en mi vida?

Por eso, antes de empezar cualquier cambio que desees en tu vida, medita y ESCRIBE los motivos por los que has tomado esa decisión. Como ves, pongo en mayúscula el verbo escribir y es que, al escribir las cosas se bajan a la tierra, se hacen más palpables, más densas. El mundo de las ideas es efímero y, aunque lo tengas clarísimo en la mente, si no lo escribes se puede diluir esa información. Escribe todos los motivos que te han llevado a tomar esa decisión y, cuando tengas dudas o te desvíes del camino, vuelve a leerlos una y otra ves.

El trabajo mental necesario para afrontar una intervención como la cirugía bariátrica no es fácil pero sí imprescindible si quieres triunfar. Si vas a empezar este camino o ya estás en él pero no obtienes los resultados que deseas, quédate por aquí que tengo mucho que ofrecerte.